martes, 30 de junio de 2009

Lleve uno, deje tres.


Por una de esas “casualidades” la cual pongo en comillas, negrita y subrayada, ya que yo no creo en esa palabra, se repite el penoso acto; un velado… dos velados… tres velados. Y en alguna habitación del hospital donde hicieron la autopsia para saber la causa de la fatalidad, una familia se alegra ya que su población demográfica aumenta y ya no son solo responsables de sus vidas, si no de la criatura que tienen ahora en brazos.
¿Por qué eres tan insaciable y te llevas a tres de porrazo? No me vas a decir que es por falta de trabajo, ya que todos los días estas ocupada, inclusive domingos, feriados y hasta los vrartes… No contenta con arrebatarle un ser querido a muchas personas, te llevas a tres que compartan ciertas características, ya sean edad, medio de trabajo, enfermedad; cualquier excusa es buena para ti.
Dejas tras de ti una sensación de sabor amargo/agrio y haces que se le atribuya culpa alguna a cualquiera… a cualquiera menos a ti… Y te atreves a aparecer en ese hogar después de un tiempo para reclamar otro pago a tu trabajo.
Quien te haya contratado debe de estar muy contento (a) ya que has sabido como mantener tu trabajo durante toda la eternidad y no has dado motivos para que te despidan, ¿verdad? Y eres de los pocos que trabajan no por el dinero, si no por vocación propia… ¡Qué jefe no quisiera tener un empleado así dentro de sus filas!
Hay quienes creen que pueden burlarte, evadirte… ingenuos… no entienden que “la casa nunca pierde”… lastima que lo comprendan cuando ya les estrechaste la mano y les diste el beso fatal.
Pero (siempre hay uno o más) aunque cueste creerlo, tienes un lado opuesto a la fama que llevas etiquetada; sí… así es, inclusive tu ni lo sabes o simplemente lo ignoras como lo haces con muchos porque “no es el momento”: recoges las flores marchitas y siembras nuevas para que después de un tiempo puedas hacer el mismo ciclo y tener asegurado tu empleo. Y es por ese “sembrar” que muchas veces nos haces pasar y sentir momentos de inmensa felicidad, aún sabiendo que más tarde recogerás los pétalos marchitos.

*Vrartes: día de la semana entre martes y viernes

6 comentarios:

manoloo dijo...

los vrartes deberían existir, insisto.

fdo dijo...

ya jamon lee: el libro en blanco

es un cuento de julio ramon ribeyro

tu post...es el libro en blanco

mar dijo...

yo lo leiii antes q nadiee jajaja
mi mama insistee q estudies literatura... escribe mas!!!

mar dijo...

ahh algo mas... no deberia haber vrartes... pq sino tb trabajaria ese dia ella pes...

Alithu M. dijo...

vrartes, qe pastrulo oie jaja.
muerte, es el "trabajo" mas antiguo en el mundo, mal pagado: si, pero para algunos puede ser el final para otros recien el comienzo.
es una buena "salida".


:)

PD. saca un libro oe.

Unknown dijo...

Amo tus ojos, amo tu risa, amo tus manos, amo tus rodillas, amo lo que eres, amo cuando tocas, amo lo que escribes...TE AMO