jueves, 21 de agosto de 2008

Un segundo

Y tus lágrimas empiezan a derrochar ojos por doquier y me miras transmitiéndome todas esas gotas de las cuales, la mayoría, yo soy responsable. Y tus sentimientos no dejan de caer al piso totalmente empapado con dolor y tristeza. Y ahora me pregunto si es que debería limpiarte esos sentimientos de las mejillas o solo atinar a abrazarte muy fuerte, mientras miro al mar, y a las olas... y a las olas... y a las olas. Y tu voz aparece en el silencio, me toca, me golpea, me hace sentir vivo... y... a la vez... me va matando poco a poco.
Tú sabes que es lo que sigue. Ambos lo sabemos; pero no quiero que se sucite.
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Sólo quiero quedarme mirándote y sintiendo tus brazos abrazándome muy fuerte; ya que, ésta es la última vez que lo harás y no puedo garantizar de que siempre estaré aquí.
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Lo siento.